Lo nuevo y lo viejo

 Los jóvenes de ahora somos la generación más controvertida de la historia, la de las nuevas tecnologías, los que prefirieron sustituir el pan por la Tablet bajo del brazo. De nosotros se ha hablado más que del bofetón de Will Smith. “La generación más preparada de la historia” para algunos, “la de los ninis” para otros. Se trata de un tema de conversación recurrente. Tema al que, nosotros, asistimos impasibles, sin voz para defendernos ni voto para decidir qué generación queremos ser. Entre nosotros se encuentran los creadores de un nuevo modelo de negocio, las redes sociales, y el chaval que dedica dos horas al día a mover el dedo de arriba abajo mirando Reels de Instagram. Yo no sería capaz de definirnos como la generación perdida o la encontrada, ni si quiera la tecnológica, para mí somos la generación diferente. 

Dejemos de intentar ser algo que ha existido antes, porque los tiempos que vivimos jamás se han dado con anterioridad. Probemos con algo nuevo, jamás visto, una nueva forma de concebir el mundo que nos rodea. Y hablo de científicos, periodistas, creadores de contenido, hosteleros, profesores, políticos, funcionarios... No adoptemos una receta implantada por generaciones anteriores en la que nuestro trabajo esté medido con cuentagotas. Por su puesto no podemos entender esta tarea como renegar de lo anterior, renegar de los testimonios de nuestras generaciones precedentes, pues no habría sabiduría en la sociedad sin el testimonio de nuestros padres y abuelos. Aprendamos de ellos todo lo posible, pero no tengamos miedo de salirnos del esquema y encarnarnos en la figura de la reina en el ajedrez, capaz de moverse en todas las direcciones.

 

Es nuestro momento, es el momento de que pensemos en qué dirección queremos movernos y nos movamos. De que no seamos espectadores de nuestras propias vidas, viviendo por inercia, sin plantearnos qué granito de arena aportar a la sociedad. Pensemos en hacer cosas nuevas y rompedoras, aunque para rompedor se lleva la palma Will Smith o, mejor dicho, la palma de Will Smith se la llevó Chris Rock. El posteriormente galardonado con una estatuilla rompió la cuarta pared en la gala y abofeteó al presentador después de un chiste desafortunado a su esposa. 

Me parece que a Sánchez le hirvió la sangre al pensar que debía hacer algo completamente nuevo para él, una rebaja fiscal, y tiró de la anilla de seguridad para bajarse del tren y presentar su plan de ayudas y subvenciones, como de costumbre. Subvenciones que alivian, pero que quedarán en papel mojado si la inflación sigue subiendo, hecho que parece bastante probable. Sí es algo nuevo el plan de la isla ibérica energética, plan que aplaudo y creo que si lo hubiera propuesto Alemania o Francia lo seguiría toda la UE. Graben estas palabras en su retina, pues no me verán alabar una política intervencionista del Estado muy a menudo, pero creo que, dadas las extremas circunstancias, es una medida favorable para un tiempo delimitado.  

También ha probado algo nuevo Feijóo, que ha comenzado a mamar de la teta del populismo con su nuevo lema “Sánchez se forra con tus impuestos”. Nuevo, para el gallego, porque los populares y el populismo se llevan conociendo, al menos, un par de años. Ahora les pide el presidente del gobierno un ejercicio de consenso y patriotismo a los de Génova para apoyar sus medidas. Qué fácil es pedir consenso cuando tu propuesta es un lo tomas o lo dejas y no aceptas críticas ni opiniones. Difícil decisión para el flamante nuevo líder de la plataforma azul, al que apoyar o no al gobierno le va a servir de carta de presentación. Hablará hoy Cuca Gamarra, pero las palabras, las pondrá Feijóo.  

La reflexión de Francisco S. Cobos