Salvar al soldado Zelenski
Me habÃa despertado tarde y tenÃa que darme prisa si querÃa llegar a clase con tiempo. TodavÃa no me habÃa levantado de la cama cuando puse la radio imaginando que Alsina me contarÃa algo nuevo de la crisis del PP. Sin embargo, la noticia de una invasión anunciada, contra el deseo de todos nosotros, habÃa llegado. Putin se habÃa levantado pronto, como el que se va de caza, para anunciar que su deber moral le llevaba a “desnazificar Ucrania” mediante una “operación militar especial”, quien me iba a decir que el hombre de mirada de hierro iba a ser el que utilizara eufemismos. Yo preparaba la llegada de mis amigos a Madrid y los ucranianos la de los rusos, una iba a ser mucho más amistosa que otra. Europa iba a cambiar más en seis dÃas que en seis años.
La Unión Europea anunció medidas económicas restrictivas que iban a dañar la economÃa rusa, también la nuestra en menor grado. Esa misma noche me pareció que ya habÃan dado fruto tanto en Rusia como aquà cuando pagué la entrada de la discoteca. Viendo que la UE no se decidÃa a implicarse del todo, los ucranianos no tuvieron otra que armarse con valor y la poca munición que tenÃan para defender su paÃs. Zelenski, primer ministro ucraniano, acusado de lÃder débil en tiempos de paz, anterior objeto de burla por su profesión (actor y cómico), no tardó en convertirse en un lÃder carismático querido por nacionales y extranjeros.
Mientras nuestro presidente se fotografÃa con un teléfono con cara de estar llamando a una lÃnea erótica, el ucraniano no dudó en hacerlo con casco y chaleco antibalas. El exactor se ha convertido en el sÃmbolo de la resistencia contra Putin. Mucho ha tenido que ver con que poco a poco los paÃses europeos hayan ido involucrándose en estos siete dÃas y que haya paÃses que se sumen a enviar material militar para repeler la invasión rusa.
Si para algo sirven las crisis es para retratar a las personas. Me parece paradójico que un sector del gobierno y sus socios sean garantes de un principio tan cristiano como el de poner la otra mejilla, claro está que es muy fácil decirlo cuando el que pone la cara no eres tú y cuando el que da la hostia es tu colega Putin, el único que le planta cara al capitalismo estadounidense. También se ha retratado Borrell, con varios discursos impolutos en idiomas a elegir en los que se oponÃa fuertemente a la invasión y a aquellos que no la condenaban. No podÃa faltar el ya tÃpico cambio de rumbo de Sánchez según vea apoyo popular o no. Anunció que no mandarÃa armas ofensivas a Ucrania y cambió de opinión en 48 horas, también he de decir, cambio de opinión positivo y buen discurso.
Y, mientras el PP vuelve a mirar a Galicia, es cuestión de tiempo que la heroicidad ucrania acabe por sucumbir a la ferocidad del ejército ruso. Aguanta Zelenski esperando a que tanto la UE como la OTAN se unan activamente a la guerra. A mÃ, por lo menos, la operación “Salvar al soldado Zelenski” me parece discutible, pues creo que, si Putin llega a Kiev montado en un oso, puede que le vengan fantasmas del pasado de nuevo y comience a ver nazis en Estonia, Letonia, Lituania o cualquier paÃs que se le antoje al espÃa ruso.
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